Por Prof. Enrique Antonio Piñeyro

El día 7 de marzo, del 2005, en el “Teatro Colón”, de la ciudad de Buenos Aires, a las 20 y 30 hs., la delegación representando a la provincia de Corrientes se presentaba en el escenario del mundialmente famoso, primer coliseo artístico más notable de Argentina .
El grupo representativo estaba integrado de la siguiente manera: “Conjunto Trébol de Ases”, Directores: Salvador Miqueri, en guitarra y voz; y Avelino Flores, en bandoneón. Con el acompañamiento de Antonio Alejandro Almeida y Gustavo Miqueri en guitarras y voces. Además, el recitador “Kiko” Vallejos. Interpretaron cinco temas: “Kilómetro 11”, Chamamé de Tránsito Cocomarola, en versión instrumental, con glosas del poeta Isidro Luciano Prado dichas por Vallejos. Luego fue “La Picada”, Chamamé de T. Cocomarola, versión instrumental, que dio lugar a la participación del grupo de danzas folklóricas de la “Casa de Corrientes en Buenos Aires”, y además , al fervoroso sapukay que vibró espontáneamente desde el público asistente al acto .
Posteriormente fue el turno del tema “Imploración”, chamamé con letra y música de Salvador Miqueri, interpretado por el cantautor. Una de las más bellas melodías con la romántica expresión lírica del artista mencionado. En cuarto lugar, se ejecutó “Mi compás”, Chamamé de y por Avelino Flores, que nuevamente prestó el marco rítmico para que el Ballet de Correntinos se lucieran en vibrantes zapateos y zarandeos propios de nuestra música. Mientras“Kiko” Vallejos recitaba el poema del Dr. Héctor R. Brisighelli titulado “El Sapukay”, que despertó nuevamente el entusiasmo de los presentes al referirse a una de las más genuinas expresiones que emociona al correntino .Finalmente fue el turno para el Chamamé “Sólo rumores”, de Flores y Miqueri, tema cantado a dúo por padre e hijo, Salvador y Gustavo Miqueri, con el más puro sentimiento que entrelazan los sonidos instrumentales del bandoneón, las guitarras y las voces .
Este espectáculo fue estructurado en seis regiones : Andina, Nordeste Brasileño, Chaqueña, Cuenca del Plata, del Tucumán y del Río de la Plata. Fue una propuesta de la UNESCO (Argentina), Presidencia de la Nación, Cancillería Argentina y Secretaría de Cultura de la Nación. Cada región contó con destacados representantes musicales autóctonos y, nuestra provincia, a través de la Subsecretaría de Cultura y Casa de Corrientes, prestó su valiosa colaboración en tal magno acto .
Finalizado el espectáculo en el Teatro, las delegaciones fueron aclamadas por un público que ansioso esperaba en la calle y que no pudo acceder al primer coliseo por estar ya agotadas las entradas . Entonces los artistas se cruzaron a la “Plaza Lavalle” y nuevamente se ofreció una actuación donde nuestra delegación hizo el deleite de los asistentes. Allí la integración del canto, la música y la danza se hizo participativa debido al fervor de muchos residentes en Buenos Aires, oriundos del nordeste y litoral argentino. Todos unidos recibían a sus hermanos en el arte, brindando de esta manera el más cálido aplauso y el más encendido sapukay inundó el cielo de inusitadas resonancias.
¿Porqué actuaron “Trébol de Ases”, Flores, Miqueri, Almeida, Vallejos en tal oportunidad ?. Es la pregunta que muchos pueden pensar. Basta con los argumentos que nos recuerde que Flores, Miqueri y Almeida ya han cumplido entre 50 y 40 años de actuación profesional con la más auténtica música de Corrientes. Que su presencia en la “Historia del Chamamé”, los tres jalonan muchos momentos inolvidables que como improntas han marcado sus trayectorias. Trayectoria como intérpretes, como compositores, como poetas y por haber participado como integrantes de las más notables personalidades del folklore musical correntino, citamos tan sólo a Eustaquio Miño y a don Tránsito Cocomarola. Pues cada uno, a su manera, promovieron un “estilo”, una modalidad creativa llena de vigencia y de vitalidad.
Vigencia y vitalidad de sus creaciones poético-musicales; vigencia y vitalidad de sus existencias que alegraron las infinitas “musiqueadas chamameceras” en los cuatro puntos cardinales del país. Vigencia y vitalidad de nuestros ritmos musicales, de una expresividad realmente sorprendente. Todo eso y mucho más, estuvieron presentes en el escenario del “Teatro Colón” esa noche. Era el mensaje tallado emocionalmente en el viento musiquero atrapado en el “fuelle” de Avelino Flores, era el sonido de los vientos y sortilegios de montes, esteros y lagunas, en las guitarras y en las voces de Salvador, Gustavo Miqueri, y Alfredo Alejandro Almeida. Y en esta conjunción, no podía faltar el “Pregonero”, el recitador de glosas y poemas, aquél antiguo “nombrador” que con acento y raíz chamamecera propala “la palabra”, ese mágico sonido que junto con el sapukay, estremece las entrañas de la tierra correntina, y tuvo en la presencia de “Kiko” Vallejos , al más notable intérprete en su voz actoral.
Debemos mencionar que “El Chamamé” ya tuvo su lugar y su presencia en la década del año 1950, en el “Teatro Colón” de Buenos Aires, con destacados creadores e inolvidables músicos, el famoso “Cuarteto Típico Correntino Santa Ana”, bajo la dirección del “Señor del Acordeón” don Ernesto Montiel.
Luego de 65 años, en los nuevos intérpretes, estuvieron representados todos los “fuelles” y acordeones, todas las guitarras y voces de los Chamameceros que con su vida aportaron sus vivencias para desarrollar este admirable camino musical que supimos conseguir. En realidad, esa noche estuvimos todos los correntinos, en cada aplauso y en cada Chamamé . Ese Chamamé que es un sentimiento y una emoción que se baila y se canta desde el espíritu .

Prof. Enrique Antonio Piñeyro .